abrigando la llama de tu amor

Quiero abrigar la llama
que vive en tu mirada
y admirar de tus dulces
luceros que abrigan mi alma.

Eres la dicha, y el sueño
que existe en los campos del cielo
eres el canto lleno de bellas melodías
sinfónicas, que viajan a través del viento.
Como he de olvidarme de esas tiernas
miradas tuyas, como he de sacarme
del alma tu sonrisa, si te llevo
prendida en mi pecho como una
una estrella al inmenso firmamento...
Eres la aurora luminosa del desierto
Y la rosa más hermosa de los campos
Tus mejillas se asemejan al
Color del cielo en atardecer
Y tus cabellos… A la noche… A la
Inmensa y oscura noche que baila
Junto al tiritar de cada estrella

Aun me parece escuchar de tu voz
La alegría de tus cantos
Belleza y encanto
Que hace reír a mi corazón
De un inmenso y calido amor
Que traspasa las barreras
Del cielo, el universo y la vida,
Y aun la muerte.

Y quisiera decirte con el alma
en mis manos y con mis versos
y poesías tantas cosas
que en vida, mis labios
no pudieron decirte :
‘que aun te amo
Con locura
Y extraño tu dulzura’.
Aquella dulzura
que emanaba de tu hermosura
que destilaban tus pétalos rojos
e iluminaban tus azules ojos.

Las mañanas no son las mismas
Sin ti, pues su alma se marchita
De tanto sufrir
Las campanas de la iglesia, suaves flores que
se marchitan ante un triste adiós
ante la triste melancolía de tu voz

OH amada mía… dime si algún día
He de acabar con mi color
Y dime si algún día
Llenare el cielo con este amor
Amor que vivirá contigo
Hasta el fin.